Los acusados, este martes, durante la segunda y última sesión del juicio en Penal 1 de Ibiza. | Paco S. Pérez

La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra J. Cazorla y F. Fonseca, los dos acusados como coautores del incendio intencionado que la madrugada del 21 de enero de 2019 calcinó los antiguos juzgados de Ibiza «con la firme finalidad de paralizar la actividad judicial» y las causas abiertas contra Cazorla.

El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente sendas penas de 4 años y 10 meses de prisión para los dos acusados, multa de 6.000 euros y una notable indemnización en concepto de responsabilidad civil a fijar en sentencia. Este martes, la representante fiscal ha modficado sus conclusiones señalando que J. Cazorla «instigó a Fonseca para llevar a cabo el acceso e incendio de los juzgados», apuntando a J.C., como coautor en calidad de inductor.

Estado en el que quedó la segunda planta de los antiguos juzgados de Isidor Macabich.

Los acusados cerraron la vista oral con un turno de última palabra en el que ambos insistieron en negar las acusaciones y reiterar su inocencia. J.C., volvió a incidir en el hecho de ser víctima de una persecución policial y denunció que ya había pagado con la cárcel por «unas acusaciones sin base».

Cuatro focos y garrafas


La vista oral se había retomado a primera hora de este martes con las testificales de los bomberos que habían participado en la extinción del incendio. Todos incidieron en que cuando llegaron el fuego «estaba muy cogido, con mucha carga térmica». El cabo López, encargado del informe, relató que debido a la presencia de una reja en la entrada principal tuvieron que acceder por la entrada de calabozos. «No puedo confirmar que fue intencionado porque la investigación la realizó la Policía, pero sí puedo decir que el incendio se desarrolló muy rápido; la carga de fuego y temperatura no era la normal de un incendio urbano: había mucha carga térmica. La segunda planta era brutal y nos costó mucho llegar a las llamas. Tuvimos que entrar agachados. La radiación era tremenda. Es una suposición, pero es muy posible que se hubieran utilizado acelerante», apostilló López, quien recordó que la extinción total les llevó unas 4 horas «con detonaciones y expedientes volando».

El responsable de seguridad de los juzgados recordó que cuando accedieron, una vez sofocadas las últimas llamas, el edificio todavía estaba tomado por el humo. «Era irrespirable y nos costó muchísimo llegar a la azotea. Desde allí vi la escalera», indicó.

Efectivos de los Bomberos y de la Policía Nacional la mañana del 21 de enero de 2019.

El tribunal también escuchó los testimonios de varios agentes de la Policía Nacional que participaron de una u otra forma en la investigación de los hechos, entre ellos, los componentes de la patrulla que poco después de escuchar las explosiones (en torno a las 04.30 horas de la noche de autos) vieron a un hombre cruzando la avenida Isidor Macabich y que resultó ser F. Fonseca. «Era un conocido y frecuentaba la zona como otros toxicómanos. Llevaba un mechero y unas monedas y nos dijo que iba a coger algo de comida», relataron.

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Por su parte, el director del Centro Penitenciario de Ibiza relató cómo un jefe de servicio del penal advirtió a un responsable de la policía que «un recluso iba diciendo por el patio que el incendio ha sido un encargo de Cazorla».

«Si supieran que lo hicimos»

Finalmente la sala escuchó los testimonios de las peritos policiales que realizaron el informe de comportamiento. La responsable incidió en los cambios que mostró Cazorla cuando le ponían la grabación en la que se escuchaba a Fonseca diciendo «si supiera -la Policía- que lo hicimos nosotros». «Nosotros analizamos los cambios y advertimos que siempre tenía el tronco erguido pero ante preguntas clave había una readaptación: nos alejamos de lo que nos disgusta y nos acercamos a lo que nos gusta. Echaba el cuerpo para atrás y eso implica una postura de escape», explicó.

Por su parte, el policía experto en incendios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial remarcó que al haber cuatro focos independientes se entiende que es un fuego intencionado. Este hecho se sumó a la presencia de una ventana y un puerta de acceso con signos de forzamiento y a las garrafas de plástico con gasolina recogidas por la unidad de Ibiza.

En sus conclusiones la Fiscalía hizo hincapié en que «resulta acreditado que fue un incendio provocado según todos los informes, que recogen la presencia de las garrafas de 30 litros con cuerdas a modo de mecha y cuatro focos».

Asimismo, incidió que «la prueba más importante son las grabaciones realizadas con autorización en el coche de Cazorla y en la que se registra la frase «si supieran que lo hicimos nosotros» las risas por este hecho y el beneficio que sacaba Cazorla».

Las defensas de los dos acusados incidieron en que «no se han presentado pruebas de cargo más allá de que interceptaron a Fonseca con un mechero y unas monedas, algo que podría llevar cualquier toxicómano».

Casi cuatro años después, el caso por el incendio de los juzgados de Ibiza ya espera sentencia.