La paciente oncológica Esther Boo minutos antes de la charla con Periódico de Ibiz ay Formentera. | Arguiñe Escandón

«Quiero ir a la oficina de Atención al Paciente de Can Misses para pedir un oncólogo fijo que me haga seguimiento. Tengo derecho, como todos los pacientes, a tener un mismo especialista que me atienda», explicó la paciente oncológica Esther Boo a Periódico de Ibiza y Formentera.

También señaló que ha ido en varias ocasiones al Hospital de Día para solicitar información sobre las listas de espera para las revisiones médicas, puesto que esta usuaria lleva desde julio sin tener una consulta con el especialista. No obstante, desde el propio centro le comunicaron que la espera es larga debido a la situación de colapso en la sanidad pública pitiusa.

Esther destacó que los mismos sanitarios le explicaron, al solicitar la cita, que hay mucha gente en su misma situación reclamando más celeridad en las consultas. «Me dijeron que había gente peor que yo y que tenían que priorizar», puntualizó Esther mientras resaltaba que los pacientes, además de ser personas enfermas, son víctimas de las listas de espera. Sin ir más lejos, esta usuaria insistió en que lleva desde verano sin pasar esta revisión médica pese a que se «supone que tengo revisiones cada seis meses».

Más concentraciones

Una preocupante situación que, según esta paciente, parece haber cambiado algo tras las dos concentraciones realizadas frente a Can Misses en las últimas semanas. «A raíz de estas protestas, se han agilizado un poco las citas y consultas en el hospital», indicó esta mujer destacando que seguirán con estas concentraciones hasta que vean un cambio real en la sanidad pública pitiusa. En este sentido, adelantó que la próxima convocatoria será dentro de unos días otra vez a las puertas de Can Misses.

Mientras tanto Esther también experimentó esta leve mejoría en el funcionamiento del Hospital cuando la semana pasada contactaron con ella para darle una cita y comunicarle los resultados de una ecografía y una mamografía realizadas en diciembre. «Pensaba que aún tardarían más. Hace tiempo me daban la cita para la revisión oncológica dos semanas antes de la consulta médica para saber si era necesario realizarme alguna prueba antes», explicó mientras destacaba que desde hace unos meses la situación es totalmente diferente.

Subrayó que afortunadamente, tras cuatro meses de espera, pudo recibir los resultados de ambas pruebas en Can Misses. Un resultado de enfermedad estable que fue comunicado por una oncóloga nueva de Palma. «Pese a que tenía mi historia clínica en el ordenador, le tuve que dar algunas pautas sobre mi proceso, explicar los síntomas y también mis dolores», apuntó Esther destacando que solicitó cambiar el tratamiento porque el actual es bastante agresivo y le está provocando, además de muchos dolores corporales, una pérdida de visión. «Esta medicación te estropea muchas piezas y sólo te arregla una», apuntó.

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Varios meses de espera

Respecto a la próxima consulta, Esther adelantó que la oncóloga de Palma le comunicó que siguiese con este tratamiento hasta que se hiciera una nueva analítica dentro de varios meses. «No entiendo por qué no me dio cita ya para esta prueba. Ahora tengo que esperar bastante tiempo para la analítica y no sé qué oncólogo me recibirá la próxima vez», explicó Esther.

Cabe recordar que este mes de marzo se reincorporó al servicio tras su baja la segunda oncóloga fija de Can Misses. Actualmente Oncología cuenta con tan sólo dos especialistas fijos en plantilla, más los facultativos que se desplazan a Ibiza desde Son Espases.

Asimismo, señaló indignada que a los pacientes no les importa si el especialista viene de Palma o de Zaragoza, ni tampoco si les atienden en catalán.

«Lo único que nos importa es que haya una estabilidad en Oncología para poder ser atendidos por un oncólogo fijo que nos conozca, que conozca nuestro proceso», puntualizó esta madre luchadora, que también sufre una insuficiencia cardíaca. Explicó que le diagnosticaron cáncer de pecho en 2020 pero, pese a que con la quimioterapia disminuyó bastante el tumor, el tratamiento le produjo insuficiencia cardíaca. Señaló que en 2020 fue cuando tuvo que someterse a una operación de vaciado y reconstrucción.

«La cardiotoxicidad provocada por la quimio, además, me obliga a tomar varias pastillas diarias para el corazón», indicó al mismo tiempo que destacaba que intentó trabajar durante el proceso, pero tuvo que dejarlo porque su labor no era compatible con esta enfermedad. «Así que solicité la incapacidad», apuntó Esther a este medio. También subrayó que los entrenamientos personalizados para pacientes oncológicos en el centro FisioActividad le provocan mucha mejoría en las articulaciones, ya que Esther subrayó que también padece de osteoporosis y mucho dolor.